Concepción del mundo de la Cultura Maya
Los mayas concebían al cosmos compuesto por 13 cielos, uno sobre otro, siendo la tierra la capa más baja. Sobre cada cielo presidían trece dioses, llamados los Oxlahuntikú. Bajo la tierra había otros nueve cielos, también en capas, sobre los que presidían los Bolontikú. El último de estos cielos era el Mitnal, el infierno maya, reino de Ah Puch, señor de la muerte.
Creían que, antes que el suyo, habían existido otros mundos destruidos todos por el diluvio. El mundo actual era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados Bacabes, localizados en los cuatro puntos cardinales. En el centro del mundo maya se encontraba el Yaxché, o ceiba sagrada, cuyas ramas se elevaban a los cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo.
Creían que, antes que el suyo, habían existido otros mundos destruidos todos por el diluvio. El mundo actual era sostenido por cuatro hermanos guardianes llamados Bacabes, localizados en los cuatro puntos cardinales. En el centro del mundo maya se encontraba el Yaxché, o ceiba sagrada, cuyas ramas se elevaban a los cielos y cuyas raíces penetraban en el inframundo.
El Cielo Maya
El Cielo Maya y sus significantes guardan infinidad de secretos que pueden ser develados atendiendo las palabras sagradas de los textos jeroglíficos y los fenómenos naturales, recordemos que en el cosmos no hay moral sino eventos que nuestros mayores mayas ritualizaron y nosotros podemos atestiguar otorgándoles adjetivos, significados y acuerdos o simplemente ignorarlos, para remitirnos a las plazas comerciales o sentarnos delante al televisor y atender los dictados del consumo irreverente que pretende ubicarnos por encima de los ciclos vitales de la naturaleza y nos mediatiza en una realidad ajena a nuestros orígenes y al cielo.